¿Por qué me duele la rodilla? Guía para entender y tratar su dolor de rodilla

Las causas más comunes detrás del dolor de rodilla, su prevención y cuidados para su alivio

El dolor de rodilla es una queja muy común que afecta a personas de todas las edades. Según estudios, alrededor del 30% de los adultos experimenta dolor en alguna rodilla que dura al menos un mes cada año.

Si sufres de molestias y dolor en una o ambas rodillas, es probable que te hayas preguntado – ¿por qué me duele la rodilla? Las causas pueden ser variadas, desde simples lesiones hasta condiciones médicas más complejas. Identificar el origen es clave para encontrar el tratamiento adecuado que te permita aliviar el dolor.

En esta guía abordaremos las razones más frecuentes del dolor de rodilla, los síntomas a los que debes prestar atención, los posibles factores de riesgo, así como las terapias, ejercicios y opciones médicas disponibles para tratar el problema de raíz y prevenir que vuelva a aparecer.

Entender las causas y soluciones para esta dolencia es indispensable para cuidar la salud de tus articulaciones y recuperar tu movilidad y calidad de vida. Descubre en esta guía práctica los pasos que puedes seguir para decirle adiós a las rodillas adoloridas.

Índice de contenidos

Causas comunes del dolor de rodilla

Artritis

La artritis es una causa frecuente de esta dolencia, especialmente la osteoartritis u “artrosis”. Esta provoca inflamación y desgaste del cartílago en la articulación, lo que genera molestias y rigidez. La artritis por gota también puede desencadenar dolor intenso en la rodilla.

Lesiones meniscales

Los meniscos son dos piezas de cartílago ubicadas entre los huesos de la rodilla que amortiguan la articulación. Cuando se desgarran por lesiones o desgaste, causan dolor e inflamación. Las lesiones meniscales son más comunes en personas activas.

Tendinitis

La tendinitis se produce por la inflamación de los tendones de la rodilla y causa dolor intenso. Puede ser causada por sobreesfuerzo físico, movimientos repetitivos o traumatismos. La tendinitis de la rodilla incluye la del cuádriceps y la rotuliana.

Mala alineación y uso excesivo

Una mala alineación de la rótula o un exceso en la actividad física que somete a mucho estrés las articulaciones también puede provocar dolor en la rodilla. Estar mucho tiempo de pie o caminar en superficies disparejas empeora la condición.

Síntomas del dolor a los que prestar atención

Es importante estar atento a los síntomas que señalan un problema de rodilla que requiere atención médica o de tu fisioterapeuta. Estos principales síntomas de problemas son:

  • Dolor al mover la rodilla, ya sea al flexionarla, extenderla o rotarla. El dolor puede ser leve o severo.
  • Inflamación alrededor de la articulación. Provoca que la rodilla luzca hinchada y enrojecida.
  • Rigidez e imposibilidad de mover la rodilla con facilidad y su rango normal. Especialmente después de reposo.
  • Sensibilidad al tacto en la zona de la articulación.
  • Chasquidos o crujidos al mover la rodilla.
  • Debilidad muscular y dificultad para soportar peso en la pierna afectada.
  • Dolor incluso en reposo que impide dormir bien.

Si estos síntomas persisten y limitan la actividad normal, es recomendable acudir al médico o visitar a tu fisioterapeuta para un diagnóstico y tratamiento adecuados. No ignorar el dolor de rodilla puede prevenir daños mayores en el largo plazo.

Factores de riesgo del dolor de rodilla

Existen algunos factores a tener en cuenta porque pueden aumentar el riesgo de desarrollar dolor de rodilla:

  • Edad avanzada: La artritis y el desgaste articular son más comunes en adultos mayores.
  • Sobrepeso y obesidad: El exceso de peso ejerce mayor presión en las rodillas, dañando el cartílago.
  • Lesiones previas: Una lesión como un esguince de rodilla mal curado puede derivar en dolor crónico.
  • Actividad física intensa: Deportes de alto impacto como fútbol, baloncesto y running requieren mucho esfuerzo de las rodillas.
  • Trabajos con sobreesfuerzo físico: Estar mucho tiempo de pie, cargar peso, subir escaleras o arrodillarse aumenta la probabilidad de lesiones.
  • Mala alineación de la pierna: Tener los pies planos, arqueados o las rodillas hacia adentro, provoca un desgaste articular anormal.
  • Enfermedades como artritis reumatoide, gota o lupus también son factores de riesgo para el dolor en las rodillas.

Identificar y controlar estos factores es importante para prevenir la aparición de esta dolencia. Ten presente estos elementos que pueden aumentar el riesgo de desarrollar dolor e inflamación en las rodillas si no se tienen en cuenta y manejan de forma adecuada.

Tratamientos y terapias efectivas para el dolor de rodilla

Existen diversos tratamientos, tanto médicos como terapéuticos, que pueden ayudar a aliviar el dolor de rodilla y tratar la causa de raíz:

  • Medicamentos: Analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares ayudan a disminuir el dolor y la inflamación. Inyecciones de corticoesteroides también alivian pero son temporales.
  • Terapia física: Ejercicios de fortalecimiento, estiramiento y rango de movimiento mejoran la funcionalidad de la rodilla lesionada, bajo supervisión de un fisioterapeuta.
  • Ortesis o soportes de rodilla: Ayudan a estabilizar la articulación y aliviar presión en áreas dañadas. Útiles en lesiones meniscales o ligamentarias.
  • Cirugía: Cuando el daño en meniscos o ligamentos es severo, se requiere una cirugía artroscópica para reparar o reconstruir el área.
  • Terapias alternativas: Opciones como acupuntura, masajes, compresas frías o calientes y parches térmicos también otorgan alivio del dolor.
  • Cambios en la actividad física: Disminuir actividades de alto impacto, caminar en superficies planas y no sobre-exigir las rodillas lesionadas.

Un buen tratamiento normalmente combina distintas terapias, dependiendo de la causa específica del dolor de cada persona.

Dolor de rodilla: Prevención y cuidados en casa

Algunas recomendaciones verdaderamente útiles, prácticas y efectivas para ayudar a prevenir y también cuidar el dolor de rodilla en casa son:

  • Hacer ejercicios de fortalecimiento muscular, especialmente de cuádriceps y femoral, para proteger las rodillas.
  • Estirar bien antes y después de actividad física, enfocándose en gemelos y cuádriceps.
  • Usar rodilleras o tobilleras de compresión si se practican deportes intensos.
  • Calentar adecuadamente con cardio leve y estiramientos antes de la actividad física.
  • Bajar de peso para disminuir presión en las articulaciones.
  • Dormir con una almohada entre las rodillas para alinearlas correctamente.
  • Descansar la rodilla lesionada y evitar actividad por 1-2 días cuando hay dolor agudo.
  • Aplicar hielo sobre la rodilla por 10-15 minutos para reducir inflamación.
  • Tomar antiinflamatorios con receta médica en períodos de dolor intenso.
  • Utilizar un bastón o muletas para evitar apoyar todo el peso sobre la pierna lastimada.

Estos cuidados en casa, sumados al tratamiento terapeutico indicado, aceleran la recuperación y ayudan a prevenir lesiones recurrentes.

Conclusión y resumen de los consejos para atender el dolor de rodilla

El dolor de rodilla puede resultar muy molesto e impedir nuestra capacidad de movimiento. Identificar la causa específica mediante una evaluación médica o de tu fisioterapeuta es clave para aplicar el tratamiento adecuado. La mayoría de casos se pueden resolver con una combinación de terapias, fortalecimiento muscular, apoyo con fármacos y cambios en la actividad física.

  • Fortalecer los músculos de las piernas con ejercicios específicos
  • Estirar adecuadamente antes y después de la actividad física
  • Usar rodilleras o soportes si se practican deportes intensos
  • Descansar la rodilla lesionada cuando hay dolor agudo
  • Aplicar hielo sobre la zona inflamada para reducir la hinchazón
  • Evitar actividades de alto impacto sobre las rodillas
  • Bajar de peso para disminuir presión en las articulaciones
  • Dormir con una almohada entre las rodillas para una mejor alineación

Siguiendo los consejos médicos y estas recomendaciones, es posible manejar el dolor de rodilla de manera efectiva en la mayoría de los casos. No obstante, ante cualquier síntoma persistente o molestia intensa, es importante acudir al médico o fisioterapeuta para un diagnóstico y tratamiento oportunos.

Si tú o algún familiar sufren de dolor de rodilla persistente, no ignores la señal.

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